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Supernova
02:45
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Soy un pésimo lector, así no hay quien escriba. Versos pixel, versos vector… una nueva criba, defendiendo un débil sector, alimentando esta giba: gigas y gigas de tormento, luego un disco ahí arriba. Estados de ánimo, pánico y látigos, lánguidos calendarios, meses apáticos, momentos de inspiración, algunos trucos válidos, terminar una canción y dar saltitos. No todo es tan mágico, ácido de batería en arteria, una feria ahí fuera de misters/misses miseria, y uno en un cubículo elude el bisel de luz de su Xperia, para insistir en su histeria.
Para existir en su estrella. Para estrellarse con ella.
Solo os llega el eco de un afán mundano, de un alacrán mundano mudando su piel de un palmo, y lo escucháis como almorzando, en un presente que ni roza el mío (lo amo). Recojo para cientos, siembro como un siervo, noble como un ciervo conocedor del cebo del cepo, comiendo acebo; la imagen es fantástica, solo un enredo, trampas del lenguaje, gajes del juego. Esto me da una limosna, brego con ello, abrigo a mis fieles, os narro una visión sin laureles, con sarro, ensalzarme es lanzar un halago al lago, y luego me como el tarro igual, es como si barro barro. Hace ya que todo hace mella, desde esta ventana al mundo que no sé sellar, mientras uno en su cubículo apura otro culo de botella, desiste en su queja, inspira y empieza a llorar.
Para existir en su estrella. Para estrellarse con ella.
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2. |
Veo veo
03:18
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No me voy, me quedo, sé lo celosos que sois. Veo, veo, un agujero en el suelo del keo, el vecino de abajo me ve los huevos. No husmeo, me os meo. ¿Qué os debo?, ¡Que os den! Oh, qué obsceno. No hago bolos, luego, no hago plenos, al menos hago putos temas buenos. Ey pingajo, ¿ves mi trazo? Sabes eso que dicen “¡qué estilazo!”, es mi caso, es mitad ornamento, rabia y plays por debajo de la media, de la peña seria, qué de miseria (¿qué de mí sería sin ella?). Qué meravella, entráis al Marbella Vice… yo estoy fuerísima, esta piscina es ínfima, infame y sin sin final, y nado sin decir na’. Ese contrato no lleva mi firma, publiqué mis estigmas y no me ubiqué. Lanzo shurikens al viento. Id más lentos que os van a alcanzar. Tengo las mismas ganas que al empezar. Rap para raperos, sé que os da urticaria, pero es que a mí me escuchan los que tú escuchas, vaya. Era estándar, no un estándar como Escandar, siempre stand by, por no ponerme rojo me puse ámbar, ahora tengo treinta, nada va a cambiar. Como un zángano en un hangar de fango haciendo por andar, defiendo mi lugar, cuando más seca tengas la boca se pondrá a diluviar; si dices algo, dilo ya. Mírala, está congelada, es mi fama, yo al menos hago la cama, hay rappers cobrando un sueldo en casa de la mama, llega el invierno y venden su drama. No coticé ni en broma, me hicieron la cobra empresarios y personas, se la tengo jurada a la tira; Santi olvida pero no perdona. No hay un tag en el backstage de ese club porque nunca estuve en él. ¿Soy bueno o malo? Nicolas Cage. Soy lo que no se me lleva el gel. Soy una mierda pinchá en un palo con suficiente dicha en su halo, con una ficha en la salida, y otra en la meta desde hace años. No sufrí pena peor que ahorraros escuchar episodios raros, soy de contar y quiero contaros, al final eso es lo que hago. Cojo el estilo de to’ esos vagos, le saco brillo y lo regalo; lo real o lo fake son hologramas, el que es malo es malo. No hay de qué, no hay de qué, te lo digo a la cara como tu mejor amigo pero sin café, y si hace falta hago hincapié en que tu futuro no pinta bien, todo son culos y tetas, bulos y tretas, tú lo sabes, yo lo sé, tú lo petas, no lo respetas, todo trepas detrás del pastel. Me da pena pero me la pela. Me da que la pela se la queda el manager, pagando a precio de Iberia tickets de Rynair; vaya mierda se comen algunos, y cuando digo algunos digo todos, y cuando digo todos digo algunos… está lleno de listos el mundo.
Veo, veo. ¿Qué ves? Una mierda como un castillo, otro estribillo a las tres.
Te lo digo. ¿Qué ves? Me gustaría no ser testigo, pero voy y miro el Tiny Desk.
Veo, veo. ¿Qué ves? Una mierda como un palacio, así esta el patio, otra vez.
Te lo digo. Dime ¿qué ves? Me gustaría no ser testigo, pero… otra vez, otra hez.
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3. |
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Fuimos buenos pronto o fuimos malos tarde, huíamos del loco tiempo o del ejemplo en balde, el de los pájaros que no éramos, y el de cobardes, o el de nuestros padres, sintiéndonos culpables. Tarde entenderíamos bien que nadie manda en su hambre, mezclando alcoholes y mezclando sangres; no cuando íbamos al cole por la tardes, eso era entonces, eso era antes. Mírate al espejo y dite si te reconoces, haz el test, quizá contesten varias voces. Todos fuimos profes siendo alumnos, y viceversa, en grises turnos. Nos pinchábamos pelando tunos, hoy nos pincha la barba y no nos molesta el humo, será que algo en nosotros nos grita que fuimos, y que no seremos, y eso nos decimos. No hay una brújula que nos dé el norte, solo una piedra en la vesícula que nos da por pensar que todo está mejor de lo que el cielo esconde, que hay que hacerse un hombre para prosperar. Y mentiras como esas todos los días, porque abrir la mente es abrir heridas, y crecer es aceptar que fuiste más pequeño, y fruncir el ceño es ceñir la brida. No hay ligas, no hay niveles, solo una ilusión, solo una alusión a lo que quieres y a lo que puedes; una inversión, en muchos casos de por vida: una querida, o unos papeles. Esa subida, esa bajada que ya conocemos, y esa embajada de cuadernos llenos, esa constante de sentirnos menos cuando avanzamos, porque no sabemos si lo amamos o realmente estamos enfermos.
Nadie me vino a contar. Nadie me vino a contar. Me tuve yo que apañar, y me puse
a atraer todo lo que quiero.
Nadie me vino a contar. Nadie me vino a contar. Me tuve yo que apañar, y para
conseguirlo le di forma primero.
No llega por derecho, sino desde el amor. Confiando el camino se me iluminó.
No se fluye apretando, tampoco desistiendo. Vibrando alto escuchando a mi intuición.
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4. |
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Sube más, sube más. Me pregunto ¿a dónde vas?
A cada paso que das van dos atrás, volando a ras.
Siguiendo el compás que late fuerte en mí.
Sangro por las manos, coagulo más o menos, me salgo de los márgenes, hago lo que ya todos sabemos. Ya nos conocemos, los malos y los buenos, los feos y los guapos, los trapos sucios que nos escondemos. Abro el Instagram y estamos todos, a que nos hagan casito, con nuestro discursito y nuestros lodos, tan dignos y tan solos, tan crecidos en esta estampida de estampitas y fotos, pose entretenida y lamidas de escroto. La vida era una peli, ahora es un corto, y luego otro; mentiría si os dijese que no lo soporto, porque en mi día a día es ese el eje a veces, y no elegí otro. Lapislázuli en ojos del lobo, todos a por el brillo más mínimo… no hay tesoro. Todo es escoria cuando me escoro, Iscariote aconsejando a coro, pero lo ignoro.
Sube. Baja.
Baja de la nube en la que viajas.
Sube como el humo que te calma y te relaja.
Callo con los labios, hablo por los codos, en la familia un bobo, aquí tampoco un visionario, en Europa lo contrario a un ario, para un canario soy un godo (para alguno en concreto), hasta que una vez el rap nos unió a todos. Siempre me fascinó ese que no atinó en la vida hasta que patinó avenidas y rapeó enseguida, siempre me fascinó ser ese del que os hablo, y dar con panas en las ramas de este enorme árbol genealógico que va del puto soul al hardcore. Mucho show business, pero a muchos salvo. Pese a obstáculos y chismes, no me desenamoro, hecho polvo pero con estilo como el que hace el coro. Cuando mi novia me abraza lloro, si hago un temazo o me triunfa el bolo, es balón de oro, todo es euforia cuando hay aforo, pero es una noria y no un globo, y subir no es todo.
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5. |
Contigo
03:30
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Qué pronto se gasta aquello que gusta. Qué angosto el agosto de nuestra justa.
Ahora que todo el mundo me busca, estoy aquí, contigo, en esta fantasía injusta.
Qué pronto se gasta aquello que gusta. Qué angosto el agosto de nuestra justa.
Ahora que todo el mundo me busca, estoy aquí, contigo… cómo me frustra,
En la rama agrietada de un árbol seco, divago apacible y ya casi hueco, dilatando el eco, el eco de su risa, el eco de su fleco, en este recoveco entre Nunca Jamás y Alcalá Meco. Qué bueno tendré yo que no lo quiere nadie, que a la larga hiere, amarga o ni siquiera sabe. Yo soy un poeta, qué suerte la mía, este caleidoscopio es un cristal oscuro, ya me lo temía. Qué hago ahora que todo son preguntas una vez más, que ya conozco el caminito a Roma. que todo está en su punto aunque parece que esté en coma, que romper la rueda en la que corro es broma. No habrá paz, mis ojos de búho en fotos que hice, recuerdan a un duo feliz que agrava matices. Quid pro quo Clarise, evocando equívocos me hice nulo, luego me veis por ahí tan chulo… no sabéis nada. Cristaliza el hábito que me hizo monje, y se perpetúa en otro nuevo entonces que mitiga un casi, limpiando con saliva el espejo, haciéndolo fácil. Congelando esta medalla de bronce. Cuántos loft alquilamos in love, que nos amamos en tos’ laos y al final no estrenamos el Golf. Sacando las bolsas de la basura por la cerradura (nos dijimos tantas cosas en off). Y el sol que más calienta será el que nos queme las pestañas y el ánimo, y no mi semen. Mi envidia es una rara filia, mis sueños no duermen, mi vigilia es una Aprilia persiguiendo trenes. Mis pequeños gérmenes me temen, mis empeños se erosionan como los buenos moraos de M. Léeme los labios. ¿Qué te dicen? Creéme, la vehemencia con la que escupo es mi Némesis. Aunque suene absurdo, dejo el balcón abierto, y barro pa’ casa como si un polvo pendiente anidara allí, y de repente, mira quién duerme a mi lado, eres tú. No lo entiendo, no sé qué ha pasado. Solo estamos juntos bajo el mismo techo, ya no te hecho de menos, aunque no somos pareja, de hecho. Será ese contrato ardiendo lo que atenúa nuestros miedos, será que no entendíamos nuestros ruegos. Ya no hay celos, o nos saben ajenos, darte de bruces te hace ver lo dulce de un caramelo con pelos; y ese vello nos lo escupimos al vuelo, y se pierde en el suelo de este hogar que fue el de mis abuelos. Que ahora es tuyo y mío, por lo que a mí respecta, que toda expectativa es nimia, y no hay línea recta, que existe una verdad y cómo nos afecta, y esa verdad es que te quiero cerca.
Qué pronto se gasta aquello que gusta. Qué angosto el agosto de nuestra justa.
Ahora que todo el mundo me busca, estoy aquí, contigo, en esta fantasía injusta.
Qué pronto se gasta aquello que asusta. Qué angosto el agosto de nuestra justa.
Ahora que todo el mundo nos busca, estamos aquí, juntos, cómo me gusta.
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6. |
Apatía
03:25
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Solo quiero apartar el odio de mi vida, y a esos seres que les pone cachondo darte en la herida. Ando lejos de la crítica gratuita, más cerca de una amistad bonita que de una mata de yesca. Ni una mentira, ni una excusa, ni otra gresca, qué descaro, lo tengo claro lo pongo en “desca”. Mírate amigo, no soy yo el que usa disfraz, no soy capaz de coger el micro vestido de pesca. Y esto es siéndote sincero, de eso soy capaz, sobre el compás suelto de todo menos fiesta. Los años suman, no me restan, y eso les molesta, y encima no he vivido de la música esta. Si el día que muero vas a ponerte medallas, pero pibo me ayudaste poco, pedazo de canalla. Solo yo sé quién estuvo, y sé quién no pudo, lo que no sé es por qué coño te saludo si lo dudo.
Y esto llegó hasta aquí. Hay cosas que no te incumben. You know what I mean.
Mirando desde su cumbre, no hay sol que le alumbre, no hay quién le haga sombra.
A mí me han vacilado hasta decir basta, porque soy un hustla, pero de bueno estoy perdiendo pasta, de buenas se presentan luego con sonrisas falsas, con proyectos nuevos, con la misma casta. Mi carta de presentación siempre insuficiente, mi barba pelona os habla entre dientes, este estrés que nadie se explica es un tren express, y yo atado a la vía, pero ya no estoy tan pez. Estoy pellizcándome la piel cada dos por tres, para ver si esto que veo es lo que es, y lo haré bien y lo haré mal, pero en general la mierda es que me cruzan los zebra en diagonal, y comenzó la guerra. Cielos encapotados de un dios que nunca he visto, estará detrás del monzón riéndose un montón, no engaño a nadie cuando envidio al payaso del circo, y quiero ser listo, pero soy un cabrón. Colaboráis en discos que no os dicen nada, solo por pasear la cara y pasar el cepillo, antes lo hice yo, os hablo con cariño, desde la experiencia y desde dos mil cinco, no te ralles. Solo es info, y no te la exijo, y no infrinjo nada cuando a ti no me dirijo. Y no soy Clifford Smith aunque muchos casi sois mis hijos, y del Juanma ni se dijo, cerrad el grifo.
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7. |
Vacío
02:29
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Quise que me pidieran perdón para no darlo, para plantar una bandera en lo alto. Quise humillar a mis amigos por hacerme daño, y limpiarme la culpa y la vergüenza con un paño. No sabía pedir perdón tampoco, era orgulloso, y aprender perdonar no me sacó del pozo: –El que quiera perdón que lo pida– ahora ya sabía, como un gesto de soberbia, no de valía. Busqué aceptación en otros seres humanos, desde que me encontré el pito antes que las manos, y este grito no sale al balcón a dar aplausos, lleva en mi pecho ya treinta años. Nadie va a entender nunca esta mierda, no negaré un abrazo a nadie que no quiera guerra, se le caen las cerdas al pincel de esta conciencia terca, que pinta cosas, aunque no haya nada cerca…
Solo hay vacío. Solo hay vacío.
Solo hay vacío, que lleno diciendo: Solo hay vacío.
Pocas son las canas que peino, entre este leitmotiv: No pain no gain, no rain no rainbows… he involucionado en ocasiones, no me importó, me involucré en esta mierda, como apuntándome a un paintball. Disparando a bocajarro, y lanzando guijarros al barranc de l´encantá, bebiendo a boca jarra, bailando funk. Medio hippy happy flower, medio punk, y los que vieron eso entonces, ¿dónde están?. Yo, buscando aprobación en los placeres mundanos, desde que entendí que el mundo estaba ya en mis manos, que huir era una excusa, y que tuve más hermanos, dejé de buscar una exclusa en todos los planos. Todos van a entender esta mierda. Todos los que identifican guerra lejos de la tierra, aunque no todo el quiere acertar acierta, a cierta distancia cualquiera acierta, en medio solo hay...
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8. |
No soy famoso
03:17
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No puedo quitarle peso a un kilo, hay una tonelada de estilo y lana que no esquilo; lana negra, negro el Pilot, negro el cielo, está oxidado el filo. Corto el Nilo. Ni una lágrima de cocodrilo. Hay una lástima que no concibo, que no concilio, hay una fama que no alcanzo, que no envidio, un calzón del que me canso, un falso ídolo. Y voló del nido del cuco un díscolo acomodado en el surco de un vinilo con un beat molón. Le hablo cerebelo con el colon, no enebro ni el codo en la camisa y lo celebro todo. Por los poros, rapeo con gracia y sin coros, mi labia es una corrida en la tele sin toros. Mi defecto es que no conecto y no lo controlo, mi virtud es que lo ignoro incluso cuando no me drogo. Echo de menos un corro, echo de menos ser más zorro a la hora del día del cobro. Echo de menos todo. Quizá sea porque no me faltó nada. Me gusta revolcarme en ese lodo, pero más si pagas.
No soy famoso, tengo esa suerte.
No llueve café en el campo, hay que moverse.
No es que no me guste la idea de ser mi propio jefe, es que no sirvo pa’ otra weea.
Infinitos y finitos zig zags, six packs enmoheciendo en el sofá de su keli entre pizzas mixtas. En mi peli: sencillez y congruencia invictas. Los hay que piden whisky y no merecen Whiskas. De qué os sirven año o dos de premio si os pierden de vista, artistas de listos dependiendo de listas, quieres saber si vales pero tu productor no te da pistas… loco, no insistas. Mira, llenar un pabellón deportivo no es lo mismo que llenar un pabellón auditivo, y van de liricistas, sacan un disco de mierda y se pierden en los feedbacks, da igual como lo vistas: basura, oportunistas. Mis más sentidos pésames a los pelmas del mes a la caza de sponsor y firmas. Yo hace no tanto rapeaba como esos turistas, ahora rapeo como comprando islas.
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9. |
Sertralina
03:41
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Notar que la ansiedad decrece no lo notas, al principio te sientes intruso, incluso en tus botas, das pasitos de enanito, tropezar agota. La felicidad es un mito, no piensas otra cosa. Con todo, pasa un par de meses en los que te creces, en los que no envejeces, o eso crees a veces. La rutina y la novedad nos da un susto, pero en el fondo estás a gusto, y qué diablos, te lo mereces. Te conoces más, le pisas a ese carro viejo, sacas la mano por la ventanilla, y sabe añejo ese viento que te da en la palma y te da un consejo: Sé tú (coño, como en el colegio). Las cosas han cambiado, ahora eres un adulto, y eso de no hacer bulto es casi un insulto, pero tienes algo y lo sabes, y eso es antiguo… ahora el mapa está claro, ve a por lo tuyo.
Sertralina. Me quisieron medicar de crío, pero solo era un crío sin autoestima. Qué cerca el azufre, qué lejos la cima. Cuánto se sufre cuando se nos determina.
Sertralina. De crío eran otras pastillas. Ahora que ya probé de todo, anfetaminas. Yo no era malo, pero de ese palo estas astillas. Nunca lo he contado, o siempre entre comillas.
Sertralina. Ahora desayuno sertralina, y casi no sucumbo a lo que el mundo opina, y me da miedo hacerme adicto a esta propina de la vida, porque así lo interpreto, y eso me anima. Un mordedor al alma, las uñas a la lima, porque si no os abría en canal, lo injusto no se olvida. En ocasiones por no transgredir hago canciones, y en ocasiones, por salud, me suda los cojones. No tengo muchos dones, tengo uno, si crees en eso, si no nunca seré oportuno. Hagamos guerra por fuerza bruta o por turnos, la tierra sobrevivirá a esos malos humos. Todo lo que pienso es pura química, quizá mis padres me dotaran de algo sin igual, pero no puedo aferrarme a ese pingüe sin lugar, lo único que sé es que ahora estoy guay.
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10. |
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Pienso en el pasado que será, ya ves, luego pienso en el futuro que fue. Solo si lo veo claro pongo mi fe en algo, más ahora que ya nadie lee, más ahora que ser lo que se come te obliga a preguntarte si te está gustando la comida. Quién soy yo, que desayuno pensando en la muerte, y ceno preguntándome el sentido de la vida. Traté de cultivarme, fui mal estratega, porque nada crece donde nadie riega, quien solo navega y encalla encuentra playas de arena los días buenos, los días malos oye sirenas. ¿Qué me frena? Solo pienso en adelantar, en adelantarme tanto que no pienso llegar a ningún lugar, así que no me esperes, cuando llegues ya estaré o no iré. Mis poderes son pocos, mi tesoro mi tiempo, tu tiempo, si eres importante para mí, si no, lo siento. Todos somos ricos al nacer, envejecer te vuelve avaro, y gastar por gastar da reparo. He tardado tanto en verlo claro, aun así me siento agradecido porque al menos lo vi claro. No sufro por el cómo sino por el cuándo tendré que volver a perder para salir ganando.
¿Cuánto he de perder? ¿Cuándo tocará ganar? Me ando preguntando si este es mi lugar. Y lo más curioso de todo esto es que por más que resto solo me sale a sumar.
Estoy peleando con mis vicios, dejándoles que me intervengan, deseando que se vayan para los que vengan, odiándome a ratitos, obviando a la conciencia cuando solo se oyen gritos con latencia. Una vez vi el futuro, y estaba aquí en mi hacienda, haciendo como que supuro el pus de mi indulgencia, no corregí esa borreguil carencia, pero en mi atril solo leí ciencia, fe y ciencia, esa dualidad que edificó mis costas, a costa de mi impostar mi costra, y esta cicatriz es cosa nostra, la de los mcs de posgrado que no se postran. Estamos por encima y por abajo, por la encina y por el grajo, en la tarima y en el trazo.
Nunca se hizo gratis, y no fue un trabajo, y eso solo lo entiende el que no encajó, que bajón y qué lujazo. Destrangis pero a destajo, despachos de la desazón, de labios manchados de safo, de andamios de agravios y golpes bajos, de todo eso que atrajimos y/o nos atrajo, he tardado mucho en verlo claro, aun así creo que me enriquecí en lo que hube tardado, y me sigo preguntando ya no el cuándo si no el por qué para ganar teníamos que perder tanto.
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11. |
Sí claro
02:43
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Me desgarro o me arrodillo ante el rodillo que deja mis sueños de cuando chiquillo en un quiero y no pillo, y eso que era pillo, ¿quién lo decidió? vídeos y cds, idilios de orquídeas y lirios, ideas en vidrios, mi obtusa aceptación de un dios, mis ganas insanas de alzar la voz, mi temprana duda entre ser uno o dos y si eso dura, la textura de mi holgura en un albornoz, yo era flaco, cabía un ábaco en mi sobaco, y con apenas once fumaba tabaco, pero hoy todos me juzgan por lo que saco a la luz, y ese alud solo es un aprox. oxidado, me envaré y me envaro, cuando dicen que hay mejores por ahí, y yo: bueno, sí, claro… que os sonriera una cara del dado no os da lagos, ni mares, ni océanos de nado, estoy acostumbrado a ser subestimado, somaticé esas cicatrices y me salió caro, no me encomendé al tarot ni a túnicas del palo, pasé algunos aros, ahora mi nicho es el de bichos raros, faros confusos, sucios o apagados, usos de la razón cuestionables, usos de rueca en los cables, rapear sintiéndome culpable, abusos de confianza y balanzas sin balance, ancestros avisando en trances, mi integridad en mil pedazos, en cuatro mil temazos, en siete mil wetransfers, para todos, como siempre, como antes, buscadme en la arista y no en la lista, miserables.
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12. |
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Decidí volver a ser la sombra de los árboles, y, en contraste con mi oscuridad, la fiebre de las flores; las flores de la soledad, la soledad de las canciones, canciones que no llevan a ningún lugar: desiertos de las frustraciones. Y a la vuelta de la esquina otra pregunta conduce a la misma ficción, y yo escapo por los pelos.
Cuántas veces tendré que salvarte la vida para que me ningunees con esa gracia que te inunda, que te ahoga y te convierte, cuántas veces tendré que recortarme al recordarte viñetas del umbral de nuestro insomnio, locura, y de la sal que nos pervierte, lo que era y no será ya jamás nunca nuestra suerte, la hierva que no hierve, la mierda que nos muerde, cuántas veces tendré que salvarte la vida para perderte. Cuántas veces dije que te abandonaba un poquito, y sin embargo todo, y sin embargo nada. Cuántas veces dije que si acaso un grito y ya, y me vi más de una puta década hablando bajito. Cuánto dije Diego e hice digo, o lo hice luego, escupí al espejo y escupí a un amigo, y jugué a la contra pues nunca supe otra, nunca supuré ese pus, será que mi luz me asombra. Y a la par, me repito que no sé cantar y canto, y me consiento derrapar, todo está en su jugo, me repito que quien pudo podrá, pero es podría, y ese condicional mutila mi alegría. Y me encomiendo a la cerveza fría, y vendo al viento de poniente mi entropía, y en troquel mi incomprendida sombra escapa al sol de mediodía entre las vetas de una persiana encogida. Iba a cuestionarme, y desarmé el arnés antes de caer, y convertí esa carne en un porqué; vida solo hay una para malgastarla, y no nos tengo mucha fe, entonces ¿qué hay que hacer? yo solo intento no joder. Y me sale a medias, puteo a quien quiero, y loopeo ese malestar hasta que sabe bueno, y tiene un punto de inflexión todo veneno, pero, ya se sabe, si no pierdes no echas de menos.
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13. |
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Yo creía que iba a ser distinto, hoy no distingo al que se autoproclama el mejor de un ciego de domingo, ellos y yo éramos lo mismo, no había un abismo, solo un atisbo de inconsciencia e inconformismo. Esta perspectiva forzada solo es la edad, como dar una patada a una piedra y levantar tierra, y notar el calambre del pie a la pierna, y ver que la piedra sigue ahí, y volverlo a intentar. Y cuando llevas muchos intentos, te echas de menos, como si te hubieras abandonado hace cuatro inviernos, y rapeas no porque no tengas más ideas, es que no te convencen otros venenos. No te conoces en más terrenos, además, tienes un grupo y tiene sus fans, y eso a veces basta, salvaguarda el discurso de no hacerlo por pasta, y eso nos lastra. ¿Estás de acuerdo, Bha?
Nos educaron idealistas locos, gangsters queriendo salvar el mundo. Antes de que digas nada mírame a los ojos, solo un segundo.
Yo creía que iba a ser distinto, y por instinto solo seguí filosofías que había en mi recinto, tapé cada ranura de ventanas con precinto, ahora que sé que pinto poco o nada estoy extinto. Me he medicado, he meditado, y aun así no pude seguir pautas que me dictaron, sigo esclavo de mi era, ni siquiera encontré el clavo que saque este clavo, ni piedra para estas tijeras. Aunque lo predijeras, y yo lo predicara, no vi que en mi carrera mi tara me limitara, todo cambió en mi cara, todo invitaba a tirar balones fuera hasta que viera como acaba. Y explotó la pompa por compas como los que tengo, sigo en esta vía llena de rotondas, si ahondas nunca va a importar dónde te escondas. ¿Estás de acuerdo, Santi? Espera, no me respondas.
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14. |
Black Hole
04:20
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Quiero o quise ser un genio, es lo que me queda, bebiendo hasta que el empeño es toque de queda, tirando hasta que el ego ceda o el mal proceda, y de lo que soy a lo que era, ni mi loquera. Seda en comentarios, fieltro en publis nuevas, velcro en los labios, mucha tela, lo que escribo adentro no se lee ahí afuera, lo que no es violento no es de otra manera. Tengo dos mecheros, ni uno más, mientras uno tenga piedra y otro gas… mientras uno rime mierda y otro implore paz, no haré caso a lo que digan los demás. PAS… paso de todo ya. Hay una mentira que siempre creí verdad, y esa mentira era mi vida, y la llamé casualidad. Obsesionado con ser un lastre, aceptando ese cajón de sastre, rechazando el nobel, como Sartre, en mi cabeza pobre, esta mansión sin Alfred. La nostalgia impuesta de la media tarde me da vistas al parking de un parque, el parque se llama Santi, el parking es parecido a un after. Tengo un piso, una hija, un hijo, terciopelo, una lija, un alijo, una suerte que no sé si elijo, una fiebre a la que llamé Hip Hop. Un aviso en cada línea que me exijo, una guillotina que parece un grifo: agua que corta, gota por Pa, gota por Ma, gota por mis bros… de sangre hay una, de música hay casi dos mil dos, otra rima inoportuna, mi hermana ha sido casi un Dios. Aprendí tanto, y de tan poco sirve, lo que pisan mis pies, lo piensan, no lo dicen, en sueños Jeff Buckley, vigilia Big L, en aura Villeneuve, tripas Spielberg. Siempre igual. Fui un visionario, soy un cualquiera. Y esa etiqueta que me puse es una manera de salvaguardar barreras. Siempre a la puta carrera, pero comprometido con mi era, pensando que todo era mi DNI y que me robaron la cartera.
Ahora soy un agujero negro. Maduré y soy un puto agujero negro. estaba indeciso entre el Jaguar o el Chevro, y anduve ese cerro hasta que se abrió, luego… ¡PUM!
Luego un agujero negro. Maduré y soy un puto agujero negro. estaba indeciso entre el Jaguar o el Chevro, y me prometí no volver a hacerlo.
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